viernes, 31 de diciembre de 2010

Mi Decálogo para un 2011 Feliz


Mi Decálogo para un 2011 Feliz

1.- Vamos por un 2011 comprometido y entregado a nuestros sueños. No importa que te digan que no sabes volar, vuela y demuéstrate que tenías razón.

2.- Vamos por un 2011 de reconocimiento a los demás, ya basta de chismes y devaluaciones a nuestros prójimos.

3.- Vamos por un 2011 solidario, mano con mano, hombro con hombro y dos brazos para abrazar.

4.- Vamos por un 2011 colaborativo. Ya basta de envidiar y bloquear el éxito ajeno. Es hora de ayudar y subir todos juntos.

5.- Vamos por un 2011 escuchando, nos hace tanta falta escuchar, entender a los demás y aprender de ellos.

6.- Vamos por un 2011 fincando y logrando un pequeño objetivo semanal y cerrando el año con, por lo menos, 52 objetivos cumplidos.

7.- Vamos por un 2011 haciendo cada día una llamada solo para saludar a alguien hacerle saber cuánto lo quieres.

8.- Vamos por un 2011 provocando la alegría, diciendo algo agradable a alguien cada día y transformando mundos.

9.- Vamos por un 2011 pensando en servir a los demás, a entregarte por completo a los sueños de otros y regalarles un abrazo cada día.

10.- Vamos por un 2011 satisfactorio y que al final podamos festejar y saborear el éxito y la tranquilidad que deja el esfuerzo cotidiano.

Cada día un paso más, crecer, soñar, luchar, servir y ser feliz.

Verás que la felicidad se expande, la sonrisa se vuelve pandémica y la vida se hace mejor.

Un abrazo
Gerardo González Guzmán

jueves, 4 de noviembre de 2010

Si solo me quedara una semana de vida…


Agradecería a la vida el darme la oportunidad de saber que me queda una semana de vida, el no saber cuándo terminará nuestra historia nos hace pensarnos inmortales y posponer los sueños, los planes, las alegrías y los “te quiero” para “un momento más apropiado”.

Correría regalando abrazos a todos los que quiero, a todos aquellos que me han dejado cruzarme en su camino y han puesto su semilla para ser lo que soy y a todos aquellos que me han dejado aportarles algo en su vida.

Dejaría en un cajón la tristeza, las deudas, las preocupaciones, las lágrimas y los proyectos inconclusos. Nada puedo hacer ya por ello.

Tomaría las manos de mis padres, de mis hermanos, de mis hijos, de mi pareja, de mis amigos y les gritaría al oído, con un susurro, cuanto los quiero y cuan importantes son en mi vida.

Vaciaría mis cajones regalando todo lo que tengo a aquellas personas que más lo necesiten y lo valoren; dejaría mi diario en un lugar público intentando así explicar mis porqués.

Haría una caminata en el campo con los pies descalzos para sentir la hierba bajo mis pies, voltearía los ojos al cielo admirando el lienzo de las estrellas y las formas de las nubes aspirando el aroma de las flores y los pinos al ritmo de mi corazón.

Probaría nuevos sabores, nuevos olores, nuevos sonidos; degustaría las 21 comidas más exóticas que jamás imaginé, arriesgaría el olfato en cualquier panadería recién abierta y bailaría de su mano hasta que salga el sol.

Si solo me quedara una semana de vida trataría por todos los medios hacerte sonreír y llenar mi equipaje de alegría, de sonrisas, de gratos recuerdos; al final será lo único que quiera llevarme.

Viviré hasta el último día de “mi semana” como si realmente me quedara solo una semana de vida.

"Verás que la felicidad se expande, la sonrisa se vuelve pandémica y la vida se hace mejor."


Un abrazo
Gerardo González Guzmán

lunes, 30 de agosto de 2010

El GRAN PROTAGONISTA


Oleo sobre tela
Myriam Rodena Laferte
 
Estuvo de la mano de mi padre cuando, ansioso, esperaba mi llegada a este mundo.

Acompañó las angustias de mi madre cuando yo, irresponsablemente, no llegaba a tiempo de la tertulia con los amigos.

Diluyó las lágrimas de mi familia a la partida de mi abuelo quien lo bebía gustoso cada fin de semana lleno de las risas de sus nietos.

Compartió conmigo su sabor mientras esperaba, nervioso, el Sí proveniente de tu boca, juramento eterno que sellamos con un beso.

Ahora me tocó a mí tomarlo de poco en poco mientras esperaba, impaciente, la llegada de mi hija.

Ha estado con nosotros tejiendo nuestros sueños, nuestras ilusiones, planeando, creciendo de a poco, sembrando y cosechando éxitos, siempre callado, siempre de lado.

Hemos estado juntos, en las buenas, las malas, las risas, los llantos, las altas y las bajas, escuchando, aconsejando, despertando, consolando, siempre ausente, sin hacerse notar.

Fíjate que poca importancia le hemos dado al café en nuestras vidas… es cierto, solo ha sido nuestro gran protagonista.

"Verás que la felicidad se expande, la sonrisa se vuelve pandémica y la vida se hace mejor."

Un abrazo
Gerardo González Guzmán


jueves, 19 de agosto de 2010

Canción del Bicentenario


Hoy escuche por primera vez la canción que canta Aleks Syntek y compuso Jaime López sobre el Bicentenario "El Futuro Es Milenario" la verdad me quedé impactado, tristemente impactado.

Cuando Jaime López afirma “Precisamente cada quien tiene el gobierno y la música que se merece” en una nota para "El Universal" definitivamente cae de mi gracia. México NO merece esta música para una celebración tan importante.

Es que teniendo tanta riqueza en nuestro querido México aceptamos una canción que nos ilumina el Bicentenario al son de un "Shalalala" y nos describe diciendo que "bailamos a todo dar".

Quisiera no hablar más del tema y ponerles estas ligas de canciones que me resultan mucho más representativas de nuestro México amado... creo que existe hoy día gente con talento y sensibilidad para aprovechar la oportunidad histórica y generar una verdadera gloria musical.

Desde mi punto de vista resulta una selección desafortunada.

Cielito Lindo. (Quirino Mendoza)  Interpretada por Lola Beltrán

Mi Ciudad. (Guadalupe Trigo)  Interpretada por Guadalupe Pineda

México Lindo y Querido (Chucho Monge) Interpretada por Javier Solis

México (Fellisatti / Foschini / Ceroni / Bosé)  Interpretada por Timbiriche. (Quizá fuera de la línea que quiero demostrar pero me gusta más )

México en la Piel (José Angel "Ferrusquilla") Interpretada por Luis Miguel



En fin, solo son algunos ejemplos que ahora me vienen a la memoria ojalá si a ti se te ocurren alguna o algunas otras canciones por favor coméntalas y las voy subiendo. Gracias

"Verás que la felicidad se expande, la sonrisa se vuelve pandémica y la vida se hace mejor."

Un abrazo
Gerardo González Guzmán

miércoles, 11 de agosto de 2010

HOY, JUSTO AHORA...



Es maravilloso reír, pero es muy gratificante llorar también...

Hoy, justo ahora, estoy llorando y no por dentro solamente... (he aprendido que ya no me importa dejar salir las lágrimas, esas de las que no entiende uno porque salen, de esas que no sabes si son felices o tristes o melancólicas, pero ya salen sin que el mundo me preocupe).

Hoy, justo ahora, se me humedecen las mejillas y ya no más por los besos de ella, quizá por la necesidad de los besos de ella y quizá por los besos de ella que ya vendrán.

Hoy, justo ahora, las lágrimas rozan mis labios como pidiéndote a mi lado, como rogando tu ausencia, como borrando lo anterior y rogando tu presencia.

Hoy justo ahora, me ahogo en una canción de amor que no toca tu sinfonía, que no conoce tu ritmo o quizá que tu escribiste para nosotros.

Hoy justo ahora, el sabor a sal me seca la boca para decirte, para rozarte, para desearte, para marcharme, me seca la boca de impotencia impaciente de coserme a tu cuerpo, de borrarme de tu vida.

Hoy justo ahora, los ojos tristes, húmedos, sonrientes, han dejado salir el dolor y la alegría de estar y no estar, de ser y no ser, de ausencia y presencia, de otras más grandes y justas prioridades, de entendimiento ignorante, de caminos distantes y convergentes, de un futuro sin presente pero quizá si con futuro, de una paciencia agotada y de un amor infinito.

Verás que la felicidad se expande, la sonrisa se vuelve pandémica y la vida se hace mejor.

Un abrazo
Gerardo González Guzmán

miércoles, 4 de agosto de 2010

COSQUILLAS AL CIELO



Hoy desperté y me sorprendí, tenía los brazos apuntando al cielo como queriéndolo alcanzar, como buscando tocar las nubes, el sol, pero solo estaba intentando hacerle cosquillas al cielo.

Estuve pensando sobre esta locura de querer hacerle cosquillas al cielo y concluí que resulta físicamente imposible, tanto por la corta medida de mis brazos como por la falta de costillas y plantas de los pies del cielo. ¿Cómo hacerle cosquillas entonces?

El cielo de nuestros sueños, el techo, el alcance de nuestras metas lo fijamos nosotros mismos; los obstáculos en nuestro andar están dentro de nosotros mismos sin olvidar que tenemos esa fatídica capacidad de autoboicotearnos y nos llamamos locos y dejamos que nos llamen locos y cambiamos el rumbo para encajar cordialmente en un mundo cuerdo en el que seguramente no queremos encajar.

Hoy me estiraré un poco más y si me ves por la calle con los brazos apuntando hacia el sol, llámame loco, grítame loco, te lo agradeceré infinitamente porque sabré entonces que estoy pronto para lograr hacerle cosquillas al cielo.

"Verás que la felicidad se expande, la sonrisa se vuelve pandémica y la vida se hace mejor."

Un abrazo
Gerardo González Guzmán

miércoles, 26 de mayo de 2010

¿Cuál es tu aroma favorito?



Alguna vez tuve la suerte de trabajar para una empresa de perfumería y aprendí que el humor, el estado de ánimo y mucho recuerdos van íntimamente relacionados con los aromas que van tejiendo nuestra vida.

Basta solo recordar que pasa por nuestra mente cuando un camión, de esos que echan humo de manera siniestra pasa por nuestro lado “bañándonos” de smog, o lo que sentimos al pasar frente a varios puestos de garnachas en la calle; a mi, ese olor a grasa quemada no me dice nada agradable.

Pero del lado contrario, ¿qué nos llega a la mente cuando entramos a una librería y aspiramos ese aroma a páginas con experiencia, o cuando pasamos frente al Jarocho en Coyoacán y aspiramos ese maravilloso olor a café recién tostado?

Piensa un momento en esos aromas agradables que te transportan a otra época de tu vida, a otro momento, a los brazos de alguien que extrañas, que admiras, que amas.

Reflexiona sobre esos olores que logran dibujar una sonrisa en tu cara y escarba en tu memoria el momento que estás recordando.

Te sorprenderás al darte cuenta que los aromas traen ligados siempre un recuerdo.

Hace poco pregunté ¿Cuál es tu aroma favorito? en mi Facebook y aquí algunas de las maravillosas respuestas que ojalá logren transportarte a un mundo mágico como a mi.

“Pastel de Chocolate recién horneado, hierba mojada bajo mis pies y el aroma de la persona que más amas es la mejor combinación...” 

“El olor de una librería antigua en Donceles...”

“El aroma del café recién hecho, un buen cigarro y el perfume que más me gusta...”

“Me encanta el olor de una sopa hecha por mi mami para mi, un cafecito en la mañana, un rico perfume, el olor de mis hijas, el olor del amor...”

"Sin duda el olor a librería antigua y comida casera... nada de pensar en olores de pies cochinos...”

“El olor de mis hijas cuando bebés, el olor a tierra mojada y muchos más...”

“Algo que me encanta de la Navidad es el olor que sale por las ventanas de las casas, ensalada de manzana, pastel de frutas, canela... mmm...”

“Sin duda el aroma de mi bebé, claro recién bañado y con pañal nuevo...”

“Que regresión... ¿se acuerdan del olor característico de Sears, si ahí donde estaba la juguetería? Olía a palomitas de maíz...”

“El de mi primer amor, en donde quiera que esté... y el de las galletas del Palacio de Hierro...”

“A limón cuando lo están exprimiendo en unos pepinos con chilito...”

Aromas, sonidos, colores, todo aquello que queda en nuestra memoria y nos hace recordar fragmentos de nuestra vida, a veces buenos, a veces malos... yo me quedo con aquellos que me recuerdan lo bueno de la vida. ¿y tu?

"Verás que la felicidad se expande, la sonrisa se vuelve pandémica y la vida se hace mejor."

Un abrazo
Gerardo González Guzmán

viernes, 21 de mayo de 2010

QUERIDO MEXICO:



Querido México:

Quiero vivir (no sobrevivir) en México, mí México, quiero salir de mi casa todos los días al trabajo y no temblar por la incertidumbre de no regresar o por la inquietud de que quizá los míos no van a regresar, quiero escuchar el teléfono para sonreír y no para aterrorizarme pensando en la posibilidad de recibir la llamada de un secuestro, express o no, quiero regalarle a mis hijos un México, su México, del que puedan sentirse orgullosos, un México limpio, en todos los sentidos, quiero salir del cautiverio al que me tienen obligado unos pocos sin escrúpulos, sin moral, sin madre; quiero eliminar los barrotes de mi casa y las alarmas de mi oficina, quiero poder abrir las ventanas del coche y sentir el aire fluir por mi vida. ¿tú no?.

Creo firmemente que ya no podemos cruzarnos de brazos mientras esperamos que las autoridades reaccionen frente a la ola, quizá deba decir ya tsunami, de violencia e inseguridad que nos aplasta día a día.

Creo firmemente que somos más, muchos más los mexicanos honestos, trabajadores, luchones, emprendedores, que aquellos que se empeñan en robarnos la tranquilidad, la dicha de vivir en nuestro querido México y nuestras sonrisas.

Creo firmemente que si bien vestirnos de blanco y realizar marchas de protesta fue un inicio pero debemos continuar generando ideas, iniciativas, actividades que nos lleven en conjunto a reconquistar nuestro país, nuestras ciudades, nuestras calles, nuestra vida.

Tenemos la obligación, no civil, ni política, mucho menos religiosa o activista, tenemos la obligación humana, familiar de hacer parar en seco esta espiral descendente que a nadie le gusta.

Dejemos de guardar silencio, es lo peor que podemos hacer, quizá no confiemos en nuestras autoridades, con justa razón, pero empecemos organizando nuestras vidas, nuestra casa, nuestra cuadra, juntémonos con los vecinos, hagamos que fluyan las ideas, compartamos información y casos de éxito, hagamos sentir a los delincuentes que estamos juntos y somos más.

A ellos, los delincuentes les llamamos "Delincuencia Organizada"... esa es la diferencia, ¿cuándo seremos una Sociedad Organizada?... es tiempo de empezar... de hecho vamos tarde... aunque nunca es tarde para seguir avanzando.

Hagamos que nuestras voces suenen, hagamos que nuestras mentes se unan por el ideal de un México en paz, hagamos que nuestras vidas vuelvan a vivir, como lo merecemos, como lo hemos soñado, como lo merecen nuestros hijos.

Verás que la felicidad se expande, la sonrisa se vuelve pandémica y la vida se hace mejor.

Un abrazo

Gerardo González Guzmán

jueves, 29 de abril de 2010

NO TIENE LA MENOR IMPORTANCIA


Foto: Gerardo González Guzmán

“No tiene la menor importancia”, me dijo, mientras acariciaba su blanca barba, en señal de autoridad o quizá buscando en sus pensamientos un recuerdo, una historia, una anécdota que le hiciera revertir su sentencia, simplemente reflexionaba, guardamos silencio, de esos que se tornan incómodos en una conversación que recién comenzaba.

Hoy a sus 73 años Don Gorgonio de la Calera, quien ha vivido como un científico reconocido por su gremio, experto en su materia, psicólogo graduado de varias universidades y acreedor a un sin número de galardones de nivel internacional, se encontraba discutiendo con un estudiante sobre la felicidad.

No mal gaste su vida en la búsqueda de la felicidad, eso, repitió, no tiene la menor importancia, yo he intentado todos los métodos, he explorado el mundo de la literatura intentando hallarla, como usted, me he entrevistado con miles de eruditos urgiendo una guía para llegar a ella, en fin he desperdiciado mi vida, que está por acabar, buscándola.

Quedé impactado por su aseveración, casi fulminado, debo decir. Nunca esperé que Don Gorgonio, un hombre laboralmente exitoso, económicamente solvente, familiarmente funcional, de mirada amable, rostro alegre, quién siempre tiene una palabra de aliento y esperanza, a quién todos recurren cuando tienen un conflicto y reciben a cambio una sonrisa, un consejo, un hombro de apoyo y una palmada, me diga ahora que la búsqueda de la felicidad no tiene la menor importancia.

Seguramente leyó en mi cara el desconcierto, la desesperanza y el desagrado, había acudido a él con la certeza de descubrir el camino a la felicidad. En ese momento sentí que había elegido un tema imposible para mi disertación doctoral. ¿Cómo era posible que yo viniera a intentar descubrir el hilo negro tras miles de años de infructuosa búsqueda?, ¿Cómo se me había ocurrido querer descifrar el misterio en una charla informal con alguien que me dice ahora que no tiene la menor importancia?. Estaba abatido.

Interrumpió mis pensamientos, apretando con su mano mi hombro, ni siquiera había notado cuando abandonó su silla para colocarse justo frente a mi, a no más de un metro de distancia.

Ese apretón me llenó de esperanza, sentí tranquilidad, preveía que la conversación no había terminado como hace un momento casi me atrevía a declarar.

Tranquilo muchacho, me dijo, permítame explicar por que estoy seguro que la búsqueda de la felicidad no tiene la menor importancia.

“Mi vida la he vivido yo”, comenzó.

No rompí en carcajadas por respeto a su jerarquía científica y a su edad pero inmediatamente pensé este hombre esta loco de remate, yo también he vivido mi vida yo y cada quien ha vivido la suya. Cerré y guardé mi cuaderno de notas, no valía la pena seguir escuchando, mira que decirme “Mi vida la he vivido yo” como parte de una conversación seria sobre la felicidad, seguramente me estaba tomando el pelo.

Nunca he permitido a nadie que tome decisiones de mi vida por mi, continuó como si no se hubiera percatado de mi ademán de abandonar su despacho; la elección de carrera, de pareja, de empresa, de materias de estudio, de aficiones, de música, de estilo de vida, todas las he hecho yo, es cierto, influenciado por otros, por su ejemplo, su labor y enseñanza, pero al final yo he decidido que hacer, como hacer y cuando hacer.

Me enorgullece decir, por ejemplo que nunca en mi vida he trabajado. Trabajar es una palabra que inmediatamente evoca pesadez, hartazgo, cansancio; yo solamente he hecho lo que más he disfrutado eso, insisto, no es trabajar. Me he divertido siempre y además obtengo recursos.

No he autorizado la modificación de mis sentimientos, a nadie le he dado el poder de hacerme enojar, de hacerme sentir triste, siento lo que quiero sentir y busco siempre sentirme bien.

Ayudo y colaboro desinteresadamente con todo aquel que se acerca buscando una palmada, un apoyo, un consejo, una mano que desarrolle una idea, una escucha, siempre y solamente en la medida de mis posibilidades, rebasar mis posibilidades sería insensato.

Busco siempre dejar las cosas y los lugares mejor de cómo los encontré, las más de las veces solo hace falta una palabra amable para lograrlo o probablemente solo me agache para recoger algún papel tirado en la acera.

Pero lo más importante de todo es que me declaro un provocador de sonrisas. Resulta tan fácil cambiarle el semblante a cualquiera con una palabra amable, otra quizá inesperada, un cumplido, un chiste, un ademán y siempre, esto es una ley, cuando provoco una sonrisa recibo a cambio miles para mi.

Siempre he dicho, concluyó Don Gorgonio, que la búsqueda de la felicidad no tiene la menor importancia dado que solamente podrás encontrarla cuando tú la provoques, cuando la dejes salir de tu interior, cuando te atrevas a verla.

Ella, la felicidad, siempre estará ahí esperando hasta que tú te atrevas a disfrutarla.

No pude decir más, abracé al viejo con lágrimas en los ojos y hoy sigo buscando en mi interior, no la felicidad sino un nuevo tema para mi disertación doctoral.

"Verás que la felicidad se expande, la sonrisa se vuelve pandémica y la vida se hace mejor."

Un abrazo
Gerardo González Guzmán

miércoles, 17 de marzo de 2010

UN BUEN PENSAMIENTO


Quizá uno de los sonidos más desagradables en la vida de cualquier ser humano, después de la fresa del odontólogo, es el sonido del despertador.

Es que no parece justo, estoy dormido, calientito, arropado, soñando con los sueños, con la vida, con el futuro, con mis hijos, que vuelo, que nado, simplemente soñando... y el despiadadamente suena y suena y suena y suena hasta que de un atinado manazo apago su trinar.

Tengo entonces solo dos opciones, iniciar mi trabajo mental -es que mi mente también estaba dormida o por lo menos en otro lado- con un pensamiento negativo que me lleve a recordar deudas, enojos, rencores, malestares y que a la postre amargue todo mi día o iniciar inmediatamente...

...con un pensamiento POSITIVO...

Antes de continuar una preguntita... ¿A cuántas personas saludas por la mañana, a cuántas personas les deseas buenos días ANTES QUE A TI?

¿No crees que sería maravilloso desearle los buenos días en primer lugar a la persona más importante de tu vida... A TI antes que a nadie?

Bueno, regreso al asunto del pensamiento positivo...

El rumbo del día, de tu día, lo marcas tu mismo, depende de ti y solo de ti.

Imagina como sería tu día si tu primer pensamiento lo refieres a aquellas personas maravillosas con las que te encontrarás, aquel proyecto que tienes pendiente y los avances que le darás en esa jornada, aquel antojo que te cumplirás esa mañana, el olor del rico café que tomarás un poco más tarde... se antoja ¿no?

"Verás que la felicidad se expande,
la sonrisa se vuelve pandémica
y la vida se hace mejor."

Saludos
Gerardo González Guzmán

jueves, 11 de marzo de 2010

ESPERANDO LOS SUEÑOS


Esperar siempre me ha resultado desagradable, cualquier espera, aquella que nos resulta obligatoria por la impuntualidad irrespetuosa de un tercero; aquella que nos angustia por el resultado incierto de algún estudio, calificación, evento, vacaciones; aquella que nos mantiene estresados y expectantes ante el comunicado venidero u opinión de alguien sin que tengamos definición clara del sentido que tomará, al final cualquier espera siempre me ha parecido negativa. 

Pero existe una espera que me resulta absolutamente inaceptable, la espera para que los sueños se conviertan en realidad.

Y sobre ella quiero bordar el día de hoy, los primeros ejemplos no los quiero tocar por que, al final, no dependen de nosotros, no podemos hacer nada para evitarla o modificarla.

Esperar que los sueños se conviertan en realidad, insisto, me resulta inaceptable por que depende absolutamente de nosotros. Nosotros definimos los tiempos, los movimientos, las acciones que nos llevarán al éxito y a ver emocionados como nuestro sueño cobra vida y nace al mundo ofreciendo lo mejor de nosotros (dicho al margen si el camino para esto no lo sembramos con lo mejor de nosotros, tampoco valdría la pena ¿no?)

Dice el dicho “Soñar no cuesta nada”, es cierto, pero lograr que este sueño tome forma, evolucione, madure, y sea una realidad cuesta mucho. Quizá el término que debería utilizar no sea el “cuesta mucho” sino debemos “invertirle mucho”. No necesariamente en materia económica sino en tiempo, esfuerzo, dedicación, disciplina, emoción, complicidad. Pero sin duda, en la meta, todo habrá valido la pena.

No esperes, nunca vuelvas a esperar por que tu sueño se realice, ponte en acción. Es probable que el día a día te haga guardar esos sueños para “un tiempo mejor”, no los guardes, desempólvalos, da pasos todos los días, no importa el tamaño de los pasos, pero dalos todos los días. Es probable que al comentarlo te hayan dicho que estás loco, no te desanimes y créeles que estás loco, recuerda, los locos son los que han revolucionado el mundo.

No pierdas un segundo más esperando convertir en realidad tus sueños.

"Verás que la felicidad se expande, la sonrisa se vuelve pandémica y la vida se hace mejor."

Un abrazo

Gerardo González Guzmán

jueves, 4 de marzo de 2010

DEL TENER Y EL SER

"Papilla Estelar" obra de Remedios Varo (1958)

Que distorsionada está la realidad en la que nos encontramos, preocupados siempre por el coche que compraré, el mejor guardarropa, las mejores comidas y los grandes lujos rodeados siempre de una superficial preocupación.

Nos han enseñado a transitar por el mundo tomados de la mano de “el tener” como símbolo de éxito, de logros alcanzados, de caminos andados asegurando que si mi cuenta bancaria es robusta debo ser un gran personaje, digno merecedor de todas las canonjías y caravanas de aquellos a mi alrededor mismos a los que pisoteo en cada oportunidad que tengo.

Vamos por el camino del desprecio hacia aquel al que le a tocado vivir de otra manera, al que llamamos marginado, enfermo, pobre, solitario, sin atrevernos a preguntar no por la posibilidad de ayudar o confortar, sino por el estado anímico de esa persona, por su andar en la vida, no conocemos sus metas e ilusiones prejuzgando y etiquetándole como si tuviera, forzosamente que cumplir las mismas metas que nosotros nos hemos planteado, metas normalmente dirigidas “al tener”.

¿Cuántas veces hemos volteado a ver “el ser” dejando de lado, por un momento, “el tener”?

Nos han recetado la vida como una fórmula para hacer riqueza, obtener títulos nobiliarios y estar en lo alto de la pirámide orgánica de cualquier organización; nos lo han vendido como la única manera para ser hombres y mujeres de éxito.

Hemos olvidado lo que somos, nacimos humanos, únicos e irrepetibles y desde ese momento nos han convertido en máquinas de consumo, tener a cualquier costo, a costa de lo que sea, dejando de lado nuestra esencia, nuestra naturaleza humana.

Dejemos “el tener” de lado por un momento y ocupémonos en “el ser” busquemos hacia adentro, encontremos nuestras debilidades y hagamos de ellas fortalezas, saludemos al vecino, a aquella persona que día tras día hace de nuestro espacio un espacio más habitable, entrenemos nuestros talentos y usemos esas herramientas para hacer reír, para ayudar al que lo acepte, quizá solo con una palabra, con un gesto.

Regálate un poco de vida para vivirla y recordar que tu y solamente tu eres el camino para llegar hasta ti.

Realmente ¿qué tanto te conoces?

Verás que la felicidad se expande, la sonrisa se vuelve pandémica y la vida se hace mejor.

Un abrazo¡¡¡¡


Gerardo González Guzmán

miércoles, 24 de febrero de 2010

¡¡¡ SOLO UN PASO MÁS !!!


¿Has pensado en cuántos pasos se deben dar para terminar un maratón?.
Fíjate, si una carrera de maratón mide 42 kilómetros y 195 metros, es decir 42,195 metros y pensando que un paso promedio mide un metro (dame ese beneficio por facilidad aritmética) entonces se necesitarían ¿¿?? pasos.

¿Te has preguntado alguna vez cuántos escalones se deben subir para alcanzar el mirador del Empire State (piso 86)?
Esta es más fácil todavía, seguramente ya “googleaste” la pregunta y te dió como respuesta ¿¿?? escalones.

¿Tienes idea de cuantas brazadas se necesitan para llegar nadando a la otra orilla del Canal de la Mancha? Ojo, son 32.55 kilometros, es decir 32,550 metros (entre Dover y Cabo Griz-Nez).
Esta es un poco más difícil ¿no crees?, esta vez recurriré a Wikipedia, donde señala que una braza (brazada) mide 1.6719 metros, entonces necesitarías ¿¿?? brazadas para llegar a la orilla del Canal.

Y podemos seguir jugando a buscar los pasos necesarios para llegar a la cima del Everest o las remadas indispensables para cruzar la meta en una competencia de kayak, o por que no preguntarnos cuantas etapas debo sortear para cumplir mis objetivos.

Solo quiero decirte una cosa que me gustaría tuvieras presente cuando en tu mente corran frases como:
 ¡Ya me cansé! 
¡Es que no voy a terminar nunca!
¡creo que voy a desistir!... piensa en esto:

Los 42,194 pasos para correr un maratón no serían nada si no das el último.
Los 1,575 escalones para subir el Empire State no son nada si no subes el último.
Las 19,467 brazadas para cruzar el Canal de la Mancha no son nada si no das la última.
Las 999,999 etapas que hayas alcanzado para lograr tus sueños, tus objetivos, no servirán de nada si no alcanzas la última etapa.

Solo te falta un paso, el último, el que te llevará directo a tu objetivo, cualquiera que este sea.

No dejes de darlo, no lo olvides, todos los anteriores te trajeron aquí, pero este, el último, es el que te llenará de orgullo y hará que todo lo anterior haya valido la pena.

"Verás que la felicidad se expande, la sonrisa se vuelve pandémica y la vida se hace mejor."

Saludos
Gerardo González Guzmán

jueves, 18 de febrero de 2010

YO QUIERO IR EN ESE AVIÓN


Foto tomada del sitio de la Fundación Mexicana de Aviación I.A.P.

¿Qué piensas cuando ves un avión? pregunté hace poco y la respuesta que recibí me sacudió como un temblor de alta graduación en la escala de Richter, fue un empujón a la esperanza, a los sueños, a la capacidad de sorprendernos, de reír por cualquier motivo y agradecer día a día nuestra vida, situaciones todas que en mayor o menor medida hemos olvidado.

¿Dónde se quedó mi ilusión por ser bombero, soldado, doctor?, ¿dónde dejé guardadas las ganas de comerme a escondidas un pastel de chocolate?, ¿dónde perdí la fortaleza que me guiaba hacia mis más alocadas aventuras?, ¿en que momento decidí que mi vida debía ser como los demás esperan que sea?, ¿cuándo arrumbé mis ganas de pintar, de escribir, de tocar, de bailar por la sombría obligación del día a día?, ¿cuándo borré de mi agenda el tiempo para mi?.

“Yo quiero ir en ese avión” fue la respuesta que me hizo preguntar ¿qué tan feliz eres?, es que resulta muy interesante que contestamos ágilmente a esta pregunta con un “mucho, si, claro” sin realmente hacer una introspección para evaluar eficientemente si somos como queremos ser obteniendo entonces una felicidad plena.

¿Cuántas veces te has preguntado y contestado con honestidad, si verdaderamente te encuentras compartiendo la vida con las personas adecuadas, si estás colaborando en una empresa que te gusta, si estás realizando actividades que te satisfacen, en resumen, si estás siendo feliz?

¿Compartes tu vida con las personas adecuadas?, no me refiero únicamente a tu pareja, sino tus compañeros de labor, tus amigos, tus vecinos... ¿te agregan y les agregas valor?, ¿Estás con ellos por que siempre ha sido así o por que realmente deseas estar con ellos?, ¿Se brindan respeto y aceptación?, ¿los escuchas y te escuchan?. ¿alguna ves has sentido que vives una soledad en compañía?

¿Estas colaborando en una empresa que te gusta?, donde encuentras una actividad que coincide con tu escala de valores, un ambiente que te otorga respeto y valía como persona? Puede ser que hoy me digas que estas ahí por que no te queda de otra, que aguantas al jefe por que no tienes otra opción. ¿Y tu felicidad?, ¿no es al final lo más importante, lo único que debería contar?

Atrévete a formularte estas preguntas para todos los aspectos de tu vida.

Yo también quiero ir en ese avión, que me lleve a elegir lo que realmente me haga feliz y no lo que los demás esperan de mi, yo quiero ir en ese avión tomando el valor para dejar atrás todo aquello que no me deja ser feliz, que me merma la fortaleza para reinventarme, para renovarme, para re-vivir, para crecer.

Yo quiero ir en ese avión... destino, la felicidad. ¿y tú?

"Verás que la felicidad se expande, la sonrisa se vuelve pandémica y la vida se hace mejor."

Un abrazo

Gerardo González Guzmán

jueves, 11 de febrero de 2010

EL CIRCO DE LAS MARIPOSAS

  

El circo de las mariposas... ¿que locura es esta? Pensé cuando me recomendaron ver este cortometraje.

Debe ser divertido y me dije... bueno si tu eres capaz de llevar a tus visitas de hospital, como médico de la risa, un circo de pulgas (juro que soy dueño de un maravilloso circo de pulgas) por que alguién más no puede tener un circo de mariposas... deberías verlo...


No me dieron más datos así que la imaginación (mi querida ardilla) empezó a correr rápidamente, pensé en colores, en transformación, en volar, en alegrar la vista con mi vuelo... pensé un millón de cosas...

Por fin lo vi, lo que me encontré es un cortometraje de Eduardo Verástegui simple y sencillamente maravilloso.

Te invito a verlo y a compartirlo, aqui las ligas de las dos partes... espero realmente lo disfrutes, lo valores y te regales un poco de tiempo para buscar, dentro de ti, esa magia, ese don, ese regalo que la vida te ha dado para que tus ojos se llenen de chispa contagiosa que logre cambiar al mundo.

El circo de las mariposas. 1era Parte

El circo de las mariposas 2da Parte


"Verás que la felicidad se expande, la sonrisa se vuelve pandémica y la vida se hace mejor."

Un abrazo

Gerardo González Guzmán

jueves, 4 de febrero de 2010

NO TE DOY PERMISO


En estos días he venido reflexionando sobre “el poder que otras personas pueden tener sobre nuestras vidas”, y lo pongo entre comillas por que justo así es como lo sentimos, lo vivimos y lo decimos.

Es que “me hace enojar”, es que “me hizo sonreír”, es que “me ofendió”, “ya no puedo más”, “no aguanto tanta presión”y un millón de frases más como estas vamos diciendo todos los días en nuestro andar por la vida.

¿Te has sentido así?, ¿te has descubierto diciendo estas cosas?, creo que te tengo noticias...

Tú has dado autorización a esas personas para que dominen tu vida, para que tracen el camino que debes andar y, peor aún, para que dicten el sentimiento que debes sentir cada día de tu vida. Tú y solo tú has permitido que tu vida sea dibujada por terceros.

Reflexiona un poco lo anterior, estoy seguro que descubrirás que aquel tercero que “te hizo enojar”, ni enterado está que te hizo enojar, solamente dijo lo que pensaba y tu permitiste que el enojo entrara en tu cabeza.

Te garantizo que esa persona no está todo el día pensando en como saturar tu agenda, descomponer tu día, cambiar tu destino, romper tu sonrisa o simplemente cambiar tu semblante. Ese tercero, no tiene idea de la importancia que para ti significan sus actos. Esa importancia se la has dado tu, de manera consciente o inconsciente. Quizá por una liga familiar, laboral o afectiva, pero el permiso lo has dado tu.

1.- Atrévete a romper esas ataduras. No tengas miedo de hablar con claridad acerca de tus sentimientos con esa persona. Expresa directamente el daño que te hace y pide que cambie su forma de ser contigo. Y queda dispuesto a romper esa relación que sin duda te daña.

2.- Revoca y niega esos permisos. Habla contigo mismo y déjate en claro que a partir de este momento todos esos permisos que has dado en tu vida quedan cancelados, revocados, clausurados y que no darás más permisos a nadie para que domine tu vida. El dueño de tu vida eres tu y solo tu.

3.- Haz que “se te resbale”. No le des importancia a lo dicho por terceros. Tu tienes claro tu objetivo y debes seguir fiel a el, corrigiendo camino, ciertamente, mejorando el final, seguramente. Pero eres tú quien decide tu vida, no debes dar importancia a aquellos que has detectado como “conspiradores” o “comploteros”. Piensa que quizá tu éxito a esos egoístas no les conviene.

4.- Toma decisiones. Ya lo comenté en mi post “Primer paso para ser feliz” No tengas miedo de vaciar tus cajones, elimina todo lo que te estorba y en ese punto me refería también a personas que no te agregan valor.

Créeme, vale la pena intentarlo, al final, el objetivo es claro: Recuperar el control de tu vida.

Verás que la felicidad se expande, la sonrisa se vuelve pandémica y la vida se hace mejor.

Un abrazo

Gerardo González Guzmán

jueves, 28 de enero de 2010

ES TIEMPO DE VOLVER A SOÑAR.




Es muy curioso, hablando de sueños e ilusiones, el andar del ser humano por la vida, nacemos en blanco, como libros listos para ser escritos, como esponjas ávidas de absorber conocimiento, cultura, religión, gustos, pasiones, aficiones, vicios, traumas y un sin fin de etcéteras que irán formando nuestro yo.

Y de sueños e ilusiones nos presentan, aún sin tener un año de vida, a Santa Claus y a los Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, tipos de gran prestigio y trabajo francamente envidiable que van por el mundo entregando regalos y arrancando sonrisas a los niños que se portan bien durante todo el año.

Algunos años después se suma el “Hada de los Chupones” mujer de poca tolerancia que por medio de un trueque quita a los niños los chupones liberando a los padres de convertirse en inquisidores al eliminar tan indispensable artilugio de la vida de los menores.

Y se añade como contacto en nuestra red social de ilusiones, tras la caída del primer diente, el Ratón Pérez o el Hada de los Dientes, que de puntillas retira la pieza perdida dejando a cambio un algo que nos llena de alegría la mañana siguiente.

Estos personajes sumados a duendes, hadas, princesas, chaneques, y un sin fin de personajes que aún conservo como amigos van dándonos en la vida la enseñaza de creer en algo, de luchar por algo, de trabajar por algo.

Claro, empezamos por entregar un buen comportamiento a fin de tener el derecho de hacer nuestro pliego petitorio de regalos que vía mágica llegará al Polo Norte o Lejano Oriente, según sea el caso, para despertar una mañana y ver que nuestro esfuerzo valió la pena y recibimos el “pago” esperado.

Sobre el chupón y el diente, el fenómeno es el mismo, yo entrego algo para obtener a cambio un bien que disfrutaré desde el momento mismo de soñar que pronto llegará.

Algunos años después, por causas que aún no comprendo, estos personajes dejan de ser figuras preponderantes en nuestras mentes y las ilusiones cambian y los sueños se transforman o, en el peor de los escenarios, desaparecen.

La rutina, la necesidad, las obligaciones económicas, el hastío nos van opacando la capacidad de soñar, la necesidad de soñar, las ganas de soñar.

La sociedad también tiene mucho que ver en esta “merma soñativa” con frases encantadoras como “tu que sabes”, “estás loco”, “eso nunca va a funcionar”, “eres un idiota”, “usted no piense, ejecute”; y nos vamos haciendo chiquitos y nos vamos pintando de gris y vamos dejando de existir...

Yo, por lo pronto, me harté de escuchar estas cosas, dejé de prestarle atención a aquellas personas de las que solamente recibía estímulos negativos y que claramente estaban lapidando mis sueños, deje de preocuparme por el día a día y comencé un cambio radical en mi vida.

Me di el placer de soñar nuevamente, de sentir, de vibrar, de emocionarme con una idea, con un plan, de marcar objetivos de tomar el Timón de mi propia vida. Me di la oportunidad de reír y ser feliz.

Algo me queda muy claro, todos tenemos la capacidad de soñar, el derecho de soñar quizá hasta la obligación de soñar por hacer de nosotros mejores personas todos los días.

Piensa en esto: Si alguna vez lograste portarte bien todo un año, para ver el árbol de navidad o el zapato de reyes pletórico de sorpresas, tienes la capacidad de lograr tus objetivos, ya lo has hecho antes y puedes hacerlo ahora. Es tiempo de trabajar para ver como tus sueños se convierten en una maravillosa realidad que te haga una mejor persona, satisfecha y feliz.

Verás que la felicidad se expande, la sonrisa se vuelve pandémica y la vida se hace mejor.

Un abrazo

Gerardo González Guzmán

miércoles, 20 de enero de 2010

¿A QUE SUENA UN "TO TO TOING"?




Mi amiga Elizabeth @ELIZABETHVH alguna vez contestó a uno de mis twitts con un “to to toing”, le pregunté a que se refería y me dijo que era el sonido que le provocaba escuchar cuando algo la hacía pensar, reflexionar, en fin quizá cuando digería una idea... Me dejó pensando...

En un principio me reí mucho con ella y hemos reído mucho con los “to to toings” que han seguido durante nuestra conversación, pero francamente se los digo, no he podido quitarme el “to to toing” de la cabeza, me suena ya con cada idea, con cada pensamiento, con cada reflexión; se ha convertido ya en un sonido que me parece espectacular, al final, el “to to toing” significa también que “me ha caído el veinte”

El “to to toing” además de evocarme una sensación similar a la que seguramente tenían los Griegos cuando emocionados gritaban “Eureka” (guardando los abismos proporcionales por supuesto) me resulta un sonido que me da alegría, me despierta una sonrisa, me hace imaginar a mis neuronas (que presumido, quizá solo sea una) rebotando por mi cráneo y haciendo “to to toing” por aquí y “to to toing” por allá decodificando el mensaje recibido para encontrar la respuesta necesaria.

Me parece también un sonido digno del Coyote cuando idea una idea para atrapar al Correcaminos... ¿Recuerdan la felicidad del Coyote cuando encontraba una idea?... así me hace sentir el “to to toing” francamente feliz, en rumbo, seguro de que voy en dirección correcta al objetivo.

Adopto el “to to toing” en mi vida, gracias Elizabeth @ELIZABETHVH por compartirlo conmigo y dejarme compartirlo en este Blog que es de todos... Ojalá que en algunos años veamos al “to to toing” dentro del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española... pero sobre todo lo veamos pronto invadiendo las vidas de todos...

To To Toing
1.- adj. Que hace reflexionar, que evoca el encuentro de una idea.
2.- adj. Que causa felicidad.
3.- adj. Que genera adicción y vuelve a causar felicidad
4.- adj. Que vas en el camino correcto y vuelve a causar felicidad.

Gerardo González Guzmán

CRÓNICA DE UN CALCETIN DESCOCADO



Hola Gerry, espero que estés bien K, mira te escribo hasta ahora, por que ya estoy más relajado en mi vida errante, a pasado mucho tiempo de mi partida y quizá te hayas preocupado por mi, por lo que de antemano te ofrezco una disculpa.

Quiero, con esta carta, decirte como y por que me fui de tu lado, que estoy haciendo ahora, ya me dirás que te parece.

Me fui por que estaba harto de ti, tu crees que es fácil vivir cargando a alguien con tu peso, no manches, cárgate tu K y ya me dirás... luego esas uñotas mal cortadas que solo me arañaban.... noooo, se cortan y para acabarla de fregar tus ojotes de pescado y pie de atleta... mugrosos aromas... no fue nada agradable maestro... por eso me aleje y seguro tu has de haber pensado que fui secuestrado por el duende de la lavadora... ese compa ni existe...

Eso del duende de la lavadora lo inventó hace muchos años el Sindicato Único de Calcetines Oprimidos el SUCO, como una excusa para podernos fugar tranquilamente cuando somos mal tratados... ya deberían dejar su cuentito chino del duende y darse cuenta que nos tratan de la fregada...

Fíjate nada más como nos tratan, además de lo que ya te dije, en las noches me aventabas a un bote lleno de ropas sucias, que te crees, hasta en la ropa hay razas, mira que mandarme junto con los calzones... no friegues... eso indigna a cualquiera y el tema de la lavada, gracias sin duda... pero en una lavadora... nooooo haber, báñate dando vueltas como idiota de un lado al otro mientras unas aspas te pegan en todo el cuerpo con el pretexto de limpiarte... por lo menos pónganle a la lavadora unas esponjitas para que no nos duela tanto, y de ahí, por si fuera poco o nos mandan a la secadora... una verdadera tortura de la inquisición o nos cuelgan de una cuerda con un mugroso gancho que bueno... te reto a que te pongas un gancho en los.... cachetes a ver si tan valiente. Y al rayo del sol... bueno, el colmo... para guardarnos en un cajón oscuro nos hacen bolita junto con la dizque pareja... no manches...

Haz conciencia que si no te quedarás sin calcetines.... y seguro tendrás que pintarte las patotas para disimular...

Bueno, basta de reclamos...

Mi fuga fue muy sencilla, como solo te acordabas de mi cuando me ibas a usar, me diste casi tres semanas para largarme antes de que te dieras cuenta.

La última vez que me metiste a la lavadora, yo ya tenía todo planeado, platique mucho tiempo con mis amigos y representantes del SUCO y lo armamos todo para que le reventaras la culpa al duende famoso...

Me fui por el desagüe y me salí en la primera coladera que encontré donde ya me esperaba un gran amigo y su banda... los tines ¿los conoces? Son chiquitos y atléticos y me llevaron a un refugio del SUCO...

Me alimentaron, me quitaron la pelusa acumulada, zurcieron mis heridas y me lavaron a mano, con cariño fraterno... estuve casi un mes con ellos en lo que me recuperaba de toda una vida de encierro y humillaciones...

Después de muchos cursos de motivación y asesoría psicológica con el profesor Calcetita Cornejo, decidí emprender mi propio camino y forjar mi propio destino, independiente, emprendedor, lleno de vida, como un Calcetín Excelente que siempre he sido, un Calcetín que será el más grande de todos en el mundo dispuesto a reír, a crecer y a ser de mi un Calcetín Ejemplar... un Calcetín Triunfador...

Emprendí camino con rumbo a la grandeza, sin tener claro el destino geográfico, buscando fortuna y amor, sufrí penurias, fríos, lluvias pero siempre enfocado a llegar lejos... nunca me imagine que tan lejos estaba el lejos al que yo quería llegar...

En la calle un indigente quiso abusar de mi y violarme con su pie cochinote... salí disparado, un barrendero, sin darse cuenta me metió en su bote de basura, no podía salir y fui a dar hasta el camión de la basura... me comprimieron con todo ese mugrero, afortunadamente soy de buena tela y aguante ese asunto, pero en ese momento hasta pensé en regresar contigo... me botaron en el tiradero, que cosa!!!.. pero me había hecho amigo de un cuaderno a medio escribir que fue rescatado por los pepenadores y me fui con el.

Este pepenador nos llevó en camión y en cajas de huevo a sus vacaciones, rumbo a Oaxaca decía... pero a medio camino empezamos a sentir, mi amigo cuaderno y yo, que todo daba vueltas, sonaba horrible, como a hierros retorcidos y vidrios que explotaban, la caja se rompió, se escuchaban gritos por todos lados, gritos desgarradores... el camión se salió de la carretera y fuimos a dar al fondo de una barranca... en el cauce de un río... yo me fui, vamos un calcetín, por más heróico que quiera ser no puede hacer nada para ayudar a salvar vidas humanas... me subí en mi cuate cuaderno quien si podía flotar en el río y nos dejamos llevar por la corriente, el de a poco se fue desgastando, entenderás que el papel se moja y se va cayendo verdad?... pero el se sacrificó por mi, claro que sigue vivo, solo bajó unas cuantas hojas de peso... moraleja, nadar te haría bien para bajar esa panzota....

Llegamos, gracias al cauce del río a una playa muy bonita y decidimos quedarnos ahí a descansar y tomar el sol un rato, para recuperar fuerzas y tomar decisiones sobre nuestras vidas. Hoy se que esa playa es Zipolite en Oaxaca.

Del cuaderno no supe más... es una pena, gracias amigo por traerme al paraíso...

Yo vagando por ahí, cansado de tanto navegar, buscaba comida urgentemente, traía algunas heridas ligeras y un hoyo a la altura del dedo gordo que parecía me iba a vaciar... cojeaba, casi muero... pero encontré el amor, vi ahí, a lo lejos, a la calcetita más bella que he visto en mi vida... radiante, blanca reluciente, recién bañadita y con un moñito rojo a la altura del tobillo... uffff ... fue amor a primer calcetazo...

Curó mis heridas, zurció mi hoyo del dedo gordo, alimento mi cuerpo y mi alma... para no hacerte el cuento largo nos enamoramos... se llama Wendolin... es la calcetita de la Madama de un tugurio de mala muerte llamado el Tilingo Lingo.

Wendolin es actriz, forma parte de la compañía de las colegialas... no sabes cuanto le piden que se baje del escenario a saludar al público, yo nada más escucho “mucha ropa, mucha ropa” y me siento tan orgulloso cuando mi Wendolin vuela por los aires para ser apreciada... además ya tengo trabajo... o me pongo con el Pepé en la cadena, o me voy con el Guicho, el de seguridad de saca borrachos... pero lo que más me gusta es estar con Juan... el cuida a las muchachas y es cuando puedo asomarme a los camerinos y ver a las medias, las calcetas, las tobimedias... es un paraíso. Mi Wendolin no se enoja mucho, por que sabe que ella es la mera mera de mis hilitos...

Los tiempos libres la pasó muy bien con mi Wendolin, nos hacemos bolita juntos y pasamos horas y horas en el placer absoluto... pero eso si a la hora de la fiesta somos incansables... acá en Zipolite la fiesta siempre dura varios días... ya te contaré alguna de ellas...

Ya me voy, mi Wendolin me llama para hacernos bolita un rato... ufff si supieras lo que hacemos... me despido, quédate tranquilo, estoy bien y estaré escribiendo frecuentemente desde diferentes lugares del país, parece que ya andaremos de gira artística... por lo pronto en la siguiente te cuento de las parrandotas que agarramos aquí en Zipo...

Saludos a todos y ya piensa en nosotros los calcetines...

Gerardo González Guzmán

miércoles, 13 de enero de 2010

UN POCO DE GENEROSIDAD PARA SER FELIZ

“Espero pasar por la vida solo una vez. Si mientras tanto puedo demostrar algo de bondad o hacer el bien que sea por cualquier otro ser humano, permitidme que lo haga ahora, y no que lo postergue o lo olvide porque no volveré a pasar por aquí otra vez”

William Penn

Probablemente te suene un poco fuera de orden el hecho de que venga a sugerirte que seas generoso buscando a cambio tu felicidad cuando toda la vida nos han dicho que debemos dar sin esperar nada a cambio, que el verdadero placer está solamente en dar y un sin fin de "bla bla blas"...

Yo creo, sin duda, que la generosidad debe ser un valor infaltable en el menú de nuestras vidas, que ciertamente debemos preocuparnos por las necesidades de nuestros prójimos y actuar en consecuencia buscando el bienestar de aquellos que nos ocupan, en cualquier ámbito, el familiar, el laboral, el social en fin, el mundo entero. Y si, no exagero, ¡el mundo entero! por contagio.

Ahora bien al hablar de generosidad no me quiero referir, esta vez, a la donación, entrega o regalo de cosas materiales, dinero, bienes, etc. Que si bien en días como hoy, cuando una tragedia natural ha azotado un país, Haití, se convierte en una acción de extrema urgencia; Y también pudiera resultar necesario se convierta en una práctica regular en países como los nuestros, los latinoamericanos, en donde la pobreza extrema requiere de una generosidad ejemplar que cobije y alimente los corazones de aquellos menos favorecidos.

Esta vez quiero referirme a aquella generosidad que va mucho más allá de lo material, esa que muchas veces no se ve y, por tanto, la tenemos olvidada en algún cajón, la generosidad de espíritu, la generosidad emanada del corazón, esa que se brinda calurosa en un abrazo, que se brinda armoniosa en una palabra de aliento, que se entrega dichosa envuelta en una sonrisa, que se otorga sabia en un consejo, esa generosidad que no tiene un valor material pero que llena las arcas del ser humano.

Esa generosidad que hace que te vibre todo el cuerpo de alegría cuando la compartes, que crece de manera exponencial y regresa a ti, sin así haberlo pedido o buscado, convertida en amor.

Ser generoso con el mundo y recibir a cambio el ser feliz es tan sencillo como provocar sonrisas a todo aquel que se cruce en tu camino, cantar una canción en cualquier lugar y a la menor provocación (seas afinado o no), halagar a las personas (por su apariencia, su peinado, sus logros, por que se te antojó halagarlo ese día, etc.), agradecer a todo aquel que haya agregado valor a tu vida y haya dejado le agregues valor a su vida, compartir tu comida en la oficina, regalar tu tiempo y total atención a aquel que está platicando contigo...

En fin, seguramente se te están ocurriendo un mil “generosidades” más como estas, esas que “le hacen el día” a una persona. Esas que hacen que el mundo sea un lugar alegre, lleno de sonrisas, lleno de gente generosa que es feliz. Ojalá las puedas compartir con todos nosotros y nos regales la oportunidad de ser generosos de nuevas y divertidas maneras.

Verás que la felicidad se expande, la sonrisa se vuelve pandémica y la vida se hace mejor.

Un abrazo

Gerardo González Guzmán

jueves, 7 de enero de 2010

SE ACABARON LAS FIESTAS...



Ayer, 6 de enero, marcó el final de las fiestas decembrinas, del nombrado “maratón Guadalupe-Reyes” que inició el 12 de diciembre y continuó con las posadas, brindis de oficina, de asociaciones, con amigos, la cena de Noche Buena, el recalentado navideño, más brindis, ahora por Año Nuevo, la cena de fin de año y el recalentado de Año Nuevo, cerrando la bacanal con la tradicional Rosca de Reyes (algunos extremistas me dirán que faltan los tamales del día de la Candelaria) en fin, la temporada “festejoza” ha terminado.

De pronto nuestra agenda social se vio saturada de invitaciones o invitados, según sea el caso, en algunos días tuvimos que decidir asistir a uno u otro evento o de plano, aquellos de estómago más aguantador, duplicar o triplicar las comidas o cenas sociales por día. Nuestros correos electrónicos se llenaron de felicitaciones y grandes deseos de amigos, familiares, socios de negocio y proveedores.

Nuestros brazos se vieron felizmente inundados de gente “abrazable”, todos también nos convertimos en gente “abrazable” y repartíamos abrazos a diestra y siniestra sin reflexionar, en muchos casos, sobre el origen o destino del abrazo. Simplemente el abrazo, los buenos deseos, las caras felices y sonrientes se convirtieron en un denominador común en esos días, generando un ambiente que fluía sin mayor complicación.

Y de pronto, el 7 de enero, nos golpea y nos regresa a la realidad, los malencarados vuelven a serlo, los improductivos regresan a su letargo, los niños regresan a la escuela, los caminos se llenan de conductores desesperados por llegar a tiempo, los vendedores y cobradores vuelven “al ataque” y el estrés se quita la pausa y embiste sin piedad.

¡Hagamos un cambio!, hagamos las cosas de manera diferente, ¿por qué no festejar el maratón Reyes-Guadalupe?, ¿por qué no darnos la oportunidad de abrazar y ser abrazados todos los días del año?, ¿por qué no saturar nuestra agenda de “asuntos” sociales todos los días del año?, ¿por qué no hacer sentir a todos que son especiales todos los días del año?, ¿por qué no tener una sonrisa pegada al rostro todos los días del año y procurar descubrir una sonrisa en el mundo cada día.

Regálate y regala la oportunidad de hacer cada día una sonrisa, busca por todos los medios que el ambiente navideño que todos disfrutamos tanto no se apague nunca.

No me malinterpretes, no te invito a que continúes en la fiesta, las grandes comilonas o los excesos de alcohol, te invito a disfrutar del contacto con los seres humanos, a reír a carcajadas, a hacer reír, a disfrutar cada detalle que la vida nos regala cada mañana, cada tarde, cada noche.

Aquí 5 cosas que pueden cambiar y hacerte cambiar el color del día:

1.- Sonríe. "No hay ninguna cosa seria que no pueda decirse con una sonrisa" Alejandro Casona. Cuando adquieras el hábito de la sonrisa te darás cuenta del poder que has adquirido, serás un transformador de vidas.

2.- Dile a alguien, cada día, lo importante que es para ti. No hace falta un discurso de dos horas, no hace falta una declaración de amor, con un simple “que gusto me da verte”, “que bueno que llegaste”, “que bien te ves” puedes transformar la vida de una persona. Inténtalo y date cuenta del resultado.

3.- Agradece. “El agradecimiento es la memoria del corazón” J.B. Massieu. Nadie está obligado a hacer nada por ti, agradece esos detalles que los demás llevan a cabo para enriquecer tu día.

4.- Ayuda / Colabora. Participa, alza la mano, comprométete y crece. Como dice Efrain Mendicuti en su Blog  “...nada de lo que queramos hacer se puede lograr sin colaborar con los demás. Poner mi granito de arena en las vidas de otros, aportar a sus proyectos y ayudar. Y rodearme también de gente talentosa, dedicada y bien intencionada que de la misma manera quiera colaborar con los demás...”

5.- Escucha. No existe nada más gratificante en la vida que sentirte escuchado. Escucha a los demás, date la oportunidad de aprender y regala a los demás el poder de tu atención.

Verás que la felicidad se expande, la sonrisa se vuelve pandémica y la vida se hace mejor.

Un abrazo

Gerardo González Guzmán