viernes, 14 de diciembre de 2012

TRES AÑOS DE VAKERO


Es increíble cómo pasa el tiempo, parece que fue ayer cuando abrí los ojos y encontré en mis manos el mejor regalo que la vida me ha dado, mi primera nariz roja.
 
¿Qué por qué decidí convertirme en Médico de la Risa? No vale la pena mencionarlo ahora, creo que al paso del tiempo ese detonador ha dejado de ser importante en comparación con lo que ahora me hace decidir, cada día, seguir siendo Médico de la Risa.
 
 
Jamás imaginé, aquel diciembre del 2009, que hoy estaría enamorado de la sonrisa, del bien ser, del bien estar, de la carcajada, del amor, de la chispa en los ojos y el corazón en la punta de la nariz y que mi mundo sería tan diferente de lo que era entonces. 
 
Debo confesar que cuando escuché, por primera vez, aquella frase (que más que frase, en retrospectiva debo decir que deberían anunciarla como sentencia) que dice “En Risaterapia encontrarás la mejor versión de ti mismo” pensé que era simplemente una bonita y romántica frase publicitaria de esas que aparecen en muchos libros de autoayuda… hoy, tres años después, solamente puedo dar las gracias porque, aunque es un proceso de lucha constante, diaria y a veces agotadora ciertamente cada día encuentro la mejor versión de mi mismo.
 
Recuerdo con mucho amor mi primer visita, Hospital Siglo XXI, lleno de temores, de miedo, de expectativas, de dudas. Tenía la cabeza llena de datos, de información, de reglas, de indicaciones… 
 
-Una noche antes bien no sabía cómo se llamaría mi Médico de la Risa, ¿Ruiditos?, ¿Panzas?, ¿Pelonchas? y de pronto, al dejarlo de pensar, al dejarlo de buscar llegó mi guitarra al rescate, mi cancionero abierto al azar en una gran canción de Francisco Gabilondo Soler “Cri-Cri”… “El Ratón Vaquero”; mi guitarra, mi voz, mi mirada se cruzaron con un sombrero que tenía colgado y que me había acompañado en algunos viajes por Centroamérica… eso… resultará fácil (me dije) unas botas, unos jeans, una camisa de cuadros, el sombrero mi bata y la nariz… El Doktor Vakero había nacido…-
 
… nos bajamos de la ambulancha… y ahora… ¿para donde?... no hubo momento de duda… una avalancha (para que rime con ambulancha) de abrazos nos llovieron encima de todos los Fénix que ya nos esperaban en el punto de reunión… que tipos tan raros (pensé)… sin conocernos ya nos quieren, ya nos esperan con amor, ya nos abrazan como si fuéramos desde siempre sus mejores amigos… y mi sorpresa es que si, ya lo éramos aunque entonces no lo entendía… no entendía nada.
 
Lo que pasó en esa, mi primera visita, se quedará en mi recuerdo, en mis más profundos recuerdos pero es algo que jamás olvidaré y que jamás dudaría en volver a vivir una y otra y otra y otra vez.
 
Han pasado tres años desde que nació mi amado Doktor Vakero (con “K”, siempre con “K”) y desde ese momento yo he evolucionado de una manera impresionante, y él, Vakero, también ha estado en movimiento, vivo, cambiando, evolucionando.
 
Primero fue el Cocolito… y así Doktor Vakero obtuvo el Lokero…
Luego la Bomba, mi Bombita… y era ya… Doktor Vakero Lokero Buzz…
Y luego un homenaje a “una forma de ser”… Doktor Vakero Lokero Buzz Pumba…
Y bueno, ya para cerrar con broche de oro la letanía: 

“Doktor Vakero Lokero Buzz Pumba Pa’ servir ‘asté y adiós que te vaya bien…” 


Otro gran cambio es su sombrero… ha desaparecido… Vakero nunca usa sombrero… solamente los de corazón alegre, de corazón amoroso, de abrazo sincero, de mirada brillante y honesta y solamente ellos lo alcanzan a ver, de vez en vez, de tarde en tarde… pero Vakero, insisto, ya nunca más usará sombrero… 
 
Mi nariz, ¿cómo me ha crecido la nariz?... mis ropas ya no son jeans ni camisas de cuadros... creo que de Vakero solo me queda el nombre pues... jajaja
 
¿Qué porqué decido cada día seguir siendo Médico de la Risa? 
 
Si, efectivamente es una decisión que tomo cada día, es una decisión que conscientemente realizo cada mañana cuando me levanto y me veo en el espejo y me saludo y me sonrío y me digo “que guapo estás”, es una decisión de vida: Tomar el camino de hacerme la vida fácil e intentar hacer de este mundo un mejor lugar para vivir y para heredarle a mis hijos o el camino difícil, ese que recorría antes de mi roja nariz y que también me funcionaba… 
 
Decido cada día seguir siendo MDLR (Médico de la Risa) porque me ha regalado la oportunidad de conocer a maravillosos seres humanos; Porque me ha regalado la oportunidad de conocer al maravilloso ser humano que vive dentro de mí; Porque he aprendido que reír cada día e intentar compartir esa sonrisa y contagiarla es la mejor oportunidad de hacer que la vida valga la pena cada momento; Porque tener la oportunidad de servir y ayudar teniendo como herramientas  la risa amorosa y la colaboración alegre va mucho más allá de lo que algún día me pude imaginar cómo ruta de vida. 
 
 
 
Decido cada día seguir siendo MDLR porque nunca termino de aprender y sorprenderme de los alcances que tiene esta maravillosa vocación; Porque han llegado a mi vida términos como #Contentura, #Chistificación, #Pavoscopia, #Kumkumbatias, #Risueñismo; Porque me he dado cuenta la magia que una sonrisa sincera puede crear en la situación más vulnerable o desesperada; Porque simplemente ya no puedo imaginarme a Gerardo sin Vakero ni a Vakero sin Gerardo.
 
Al final, hace 3 años decidí darle vida a Vakero... y él me ha regalado mucha más vida de la que me he podidoimaginar... hoy, como cada mañana decido seguir dándole vida a Vakero una decisión que hago cada mañana a conciencia, con todo el corazón y fortaleza, seguro de afrontar todas las consecuencias al respecto.
 
Hoy te digo que no solo amo a Vakero de una manera espectacular sino que estoy convencido que es mi ruta de vida, mi pasión, es, sin dudarlo un segundo, por lo que estaría dispuesto a morir...
 
Siempre he dicho que una vez que encuentres esa vocación, pasión, el porqué de la vida e insisto eso por lo que estarías dispuesto a morir... no debes dudar un segundo, por nada, por nadie... y yo, querido amigo... moriría feliz por mi nariz... sin dudarlo un momento...
 
Una nariz roja nunca está sola, siempre abrazada, siempre escuchada, siempre viviendo la magia de una mirada que brilla al compás de una carcajada y siempre, sobre todas las cosas, con el corazón en la mano, vulnerable, entregado, y eso... eso vale y da la fuerza para superar cualquier reto que la vida me ponga enfrente...
 
 
 
Feliz cumpleaños Vakero, mi amado Vakero, te agradezco infinitamente que cada mañana me ayudes a tomar la decisión de seguir siendo MDLR…
 
Gracias por ser Mi Amor de Nariz Roja… 
 
Verás que la felicidad se expande, la sonrisa se vuelve pandémica y la vida se hace mejor.
 
Un abrazo
Gerardo González Guzmán
Doktor Vakero

 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Qué bellas palabras Vakero!
Felicidades por estos tres años y que vengas haaaaaaaartos. Gracias por ser compañero de nariz roja, de abrazos por la vida. Te quiero y mando un fuerte abrazo, desde acá, hasta allá.

caroLaifas - Caro Ruiz.

NUTRICAMPEONES dijo...

Felicidades Gerry!!!
Muchos más años llenos de todo lo mejor! :D