Es increíble cómo pasa el tiempo, parece que fue ayer cuando abrí los ojos y encontré en mis manos el mejor regalo que la vida me ha dado, mi primera nariz roja.
¿Qué por qué
decidí convertirme en Médico de la Risa? No vale la pena mencionarlo ahora,
creo que al paso del tiempo ese detonador ha dejado de ser importante en
comparación con lo que ahora me hace decidir, cada día, seguir siendo Médico de
la Risa.
Jamás imaginé,
aquel diciembre del 2009, que hoy estaría enamorado de la sonrisa, del bien
ser, del bien estar, de la carcajada, del amor, de la chispa en los ojos y el
corazón en la punta de la nariz y que mi mundo sería tan diferente de lo que
era entonces.
Debo confesar
que cuando escuché, por primera vez, aquella frase (que más que frase, en
retrospectiva debo decir que deberían anunciarla como sentencia) que dice “En
Risaterapia encontrarás la mejor versión de ti mismo” pensé que era simplemente
una bonita y romántica frase publicitaria de esas que aparecen en muchos libros
de autoayuda… hoy, tres años después, solamente puedo dar las gracias porque,
aunque es un proceso de lucha constante, diaria y a veces agotadora ciertamente
cada día encuentro la mejor versión de mi mismo.
Recuerdo con
mucho amor mi primer visita, Hospital Siglo XXI, lleno de temores, de miedo, de
expectativas, de dudas. Tenía la cabeza llena de datos, de información, de
reglas, de indicaciones…
-Una noche antes
bien no sabía cómo se llamaría mi Médico de la Risa, ¿Ruiditos?, ¿Panzas?,
¿Pelonchas? y de pronto, al dejarlo de pensar, al dejarlo de buscar llegó mi
guitarra al rescate, mi cancionero abierto al azar en una gran canción de Francisco
Gabilondo Soler “Cri-Cri”… “El Ratón Vaquero”; mi guitarra, mi voz, mi mirada
se cruzaron con un sombrero que tenía colgado y que me había acompañado en
algunos viajes por Centroamérica… eso… resultará fácil (me dije) unas botas,
unos jeans, una camisa de cuadros, el sombrero mi bata y la nariz… El Doktor
Vakero había nacido…-
… nos bajamos de
la ambulancha… y ahora… ¿para donde?... no hubo momento de duda… una avalancha
(para que rime con ambulancha) de abrazos nos llovieron encima de todos los
Fénix que ya nos esperaban en el punto de reunión… que tipos tan raros (pensé)…
sin conocernos ya nos quieren, ya nos esperan con amor, ya nos abrazan como si fuéramos
desde siempre sus mejores amigos… y mi sorpresa es que si, ya lo éramos aunque
entonces no lo entendía… no entendía nada.
Lo que pasó en
esa, mi primera visita, se quedará en mi recuerdo, en mis más profundos
recuerdos pero es algo que jamás olvidaré y que jamás dudaría en volver a vivir
una y otra y otra y otra vez.
Han pasado tres
años desde que nació mi amado Doktor Vakero (con “K”, siempre con “K”) y desde
ese momento yo he evolucionado de una manera impresionante, y él, Vakero,
también ha estado en movimiento, vivo, cambiando, evolucionando.
Primero fue el Cocolito…
y así Doktor Vakero obtuvo el Lokero…
Luego la Bomba,
mi Bombita… y era ya… Doktor Vakero Lokero Buzz…
Y luego un
homenaje a “una forma de ser”… Doktor Vakero Lokero Buzz Pumba…
Y bueno, ya para
cerrar con broche de oro la letanía:
“Doktor Vakero
Lokero Buzz Pumba Pa’ servir ‘asté y adiós que te vaya bien…”
Otro gran cambio es su sombrero… ha desaparecido… Vakero nunca usa sombrero… solamente los de corazón alegre, de corazón amoroso, de abrazo sincero, de mirada brillante y honesta y solamente ellos lo alcanzan a ver, de vez en vez, de tarde en tarde… pero Vakero, insisto, ya nunca más usará sombrero…
Mi nariz, ¿cómo me ha crecido la nariz?... mis ropas ya no son jeans ni camisas de cuadros... creo que de Vakero solo me queda el nombre pues... jajaja
¿Qué porqué
decido cada día seguir siendo Médico de la Risa?
Si,
efectivamente es una decisión que tomo cada día, es una decisión que conscientemente
realizo cada mañana cuando me levanto y me veo en el espejo y me saludo y me
sonrío y me digo “que guapo estás”, es una decisión de vida: Tomar el camino de
hacerme la vida fácil e intentar hacer de este mundo un mejor lugar para vivir
y para heredarle a mis hijos o el camino difícil, ese que recorría antes de mi
roja nariz y que también me funcionaba…
Decido cada día
seguir siendo MDLR (Médico de la Risa) porque me ha regalado la oportunidad de
conocer a maravillosos seres humanos; Porque me ha regalado la oportunidad de
conocer al maravilloso ser humano que vive dentro de mí; Porque he aprendido
que reír cada día e intentar compartir esa sonrisa y contagiarla es la mejor oportunidad
de hacer que la vida valga la pena cada momento; Porque tener la oportunidad de
servir y ayudar teniendo como herramientas la risa amorosa y la colaboración alegre va
mucho más allá de lo que algún día me pude imaginar cómo ruta de vida.
Decido cada día
seguir siendo MDLR porque nunca termino de aprender y sorprenderme de los
alcances que tiene esta maravillosa vocación; Porque han llegado a mi vida
términos como #Contentura, #Chistificación, #Pavoscopia, #Kumkumbatias,
#Risueñismo; Porque me he dado cuenta la magia que una sonrisa sincera puede
crear en la situación más vulnerable o desesperada; Porque simplemente ya no
puedo imaginarme a Gerardo sin Vakero ni a Vakero sin Gerardo.
Al final, hace 3 años decidí darle
vida a Vakero... y él me ha regalado mucha más vida de la que me he podidoimaginar...
hoy, como cada mañana decido seguir dándole vida a Vakero una decisión que hago
cada mañana a conciencia, con todo el corazón y fortaleza, seguro de afrontar
todas las consecuencias al respecto.
Hoy te digo que no solo amo a Vakero
de una manera espectacular sino que estoy convencido que es mi ruta de vida, mi
pasión, es, sin dudarlo un segundo, por lo que estaría dispuesto a morir...
Siempre he dicho que una vez que
encuentres esa vocación, pasión, el porqué de la vida e insisto eso por lo que
estarías dispuesto a morir... no debes dudar un segundo, por nada, por nadie...
y yo, querido amigo... moriría feliz por mi nariz... sin dudarlo un momento...
Una nariz roja nunca está sola,
siempre abrazada, siempre escuchada, siempre viviendo la magia de una mirada
que brilla al compás de una carcajada y siempre, sobre todas las cosas, con el
corazón en la mano, vulnerable, entregado, y eso... eso vale y da la fuerza
para superar cualquier reto que la vida me ponga enfrente...
Feliz cumpleaños
Vakero, mi amado Vakero, te agradezco infinitamente que cada mañana me ayudes a
tomar la decisión de seguir siendo MDLR…
Gracias por ser
Mi Amor de Nariz Roja…
Verás que la
felicidad se expande, la sonrisa se vuelve pandémica y la vida se hace mejor.
Un abrazo
Gerardo González Guzmán
Doktor Vakero Gerardo González Guzmán
2 comentarios:
¡Qué bellas palabras Vakero!
Felicidades por estos tres años y que vengas haaaaaaaartos. Gracias por ser compañero de nariz roja, de abrazos por la vida. Te quiero y mando un fuerte abrazo, desde acá, hasta allá.
caroLaifas - Caro Ruiz.
Felicidades Gerry!!!
Muchos más años llenos de todo lo mejor! :D
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