OCHO
REGALOS QUE ALEGRAN LA VIDA
De
pronto nos encontramos atrapados en la carrera rutinaria de la existencia por
sobrevivir en un mundo que cada día nos exige olvidarnos y alejarnos (de manera
presencial) más de nosotros y nuestros seres queridos convirtiéndonos en seres
alejados de la humanidad y abstraídos en el diario “deber hacer y tener”
arrumbando el “ser que anhelo” en un cajón.
Aquí
les comparto ocho regalos que, de practicarlos constantemente, pueden marcar la
diferencia y hacer de nuestra vida un mundo más agradable y feliz para habitar.
Debo
decir que yo pocas veces puedo cumplir con los ocho regalos de manera
cotidiana, es muy complicado lograrlo, pero debo decir también que poco a poco
mi lista se incrementa y que poco a poco me resulta más sencillo hacerlo con
naturalidad.
Al
principio me resultaba y pensaba que se notaban forzados, pero al cabo del
tiempo algunos de ellos se ha vuelto parte de mi diario caminar.
Ojalá
te animes a intentar poner alguno de ellos en práctica y disfrutar de las
reacciones, del cambio en el entorno, de la diferencia que puedes hacer en las
personas que te rodean y, sobre todo, de la diferencia que puedes marcar en tu
propia existencia.
1.-
Regala el placer de escuchar: Y me refiero a poner todos tus sentidos en la
conversación, regalarle a tu interlocutor toda tu atención y realmente todo tu
interés en lo que te está comentando. No se trata solamente de verlo a los ojos
mientras tu mente vuela por los pendientes de la oficina y tu mirada de pronto
se desvía a ver el reloj y rogar a todos los cielos por que termine “la tortura”.
Escuchar es un acto de bondad, es un regalo de vida que muestra sinceramente lo
importante que la otra persona te resulta y esa persona, tu interlocutor, lo
notará, lo apreciará y te lo agradecerá por hacerla sentir importante para ti.
2.-
Regala cariño: El cariño no solamente se dice en un “Te Quiero”, el cariño es
más sabroso cuando desde el corazón te nacen las ganas de llenar de abrazos,
besos, caricias, palmadas en la espalda, apretones de mano, etc y las regalas a
esas personas que rodean tu diario acontecer y que van por el mundo esperando
poder compartir alguna muestra de afecto y cariño que tanta falta nos hace en
este acelerado mundo. No seamos parcos con las muestras de cariño, pueden
salvar una vida sin darnos cuenta.
3.-
Regala una sonrisa: No cabe duda que la cultura de la sonrisa ha cambiado
radicalmente mi vida, he saboreado en carne propia los beneficios de la risa y
he visto también grandes progresos en otras personas cuando su mundo se ve
inundado de sonrisas. No cuesta nada, no exige ninguna capacidad física
especial, regalar una sonrisa es regalar el corazón y compartirlo de manera
solidaria para tratar hacer de un momento aciago y oasis que despeje el rumbo.
Una sonrisa es un regalo que siempre tendrá una respuesta inmediata, como un
eco y eso es magia deslumbrante.
4.-
Regala detalles en papel: Una nota en un post it, una carta postal, unas líneas
en el espejo, en fin, la imaginación es el límite para dejar en cualquier lugar
una nota, un detalle que “le haga el día” a la persona que lo reciba y es
probable que ese detalle sea recordado toda la vida y pueda lograr que esa
mañana, que ese día sea simplemente espectacular gracias a ti.
5.-
Regala un cumplido: Todos los días estamos rodeados de personas en la casa, en
la oficina, en el transporte público y poco nos damos cuenta de eso, vamos como
robots. Sería genial que nos detuviéramos un poco a decirle a alguien “Hoy te
ves genial, ¿qué te hiciste en el cabello?”, “Tu corbata está fantástica, te
queda muy bien”, “Todo salió excelente, muchas gracias” en fin, insisto, la
imaginación es el límite, la única necesidad de estos comentarios es que sean
sinceros y salidos del corazón.
6.-
Regala un favor: A veces vemos gente en problemas y no nos atrevemos a ofrecer
ayuda, y me refiero a cualquier tipo de problema, desde el “absurdo” cambio de
un foco fundido hasta lo más grave que se te pueda ocurrir. Ofrecer ayuda
siempre es un gesto de grandeza, sea esta ayuda aceptada o no, eso ya dependerá
de la otra persona, de su arrogancia o aparente autosuficiencia, pero no te
desanimes, ofrecer una mano de suyo, ya te hace grande. Vigila atento el
entorno siempre habrá alguien que necesite tu ayuda y te permita regalarle un
favor. A veces, más atento debes estar, ni siquiera lo pedirán pero siempre será
agradable poder ser aquel que, desinteresadamente, resuelva un problema con una
sonrisa en la cara.
7.-
Regala soledad: No podemos ni debemos estar todo el día rodeados de gente,
debemos aprender y respetar que los demás pueden necesitar tiempo para estar
con ellos mismos. Debemos aprender y respetar que nosotros mismos podemos
necesitar tiempo para conocernos, reflexionar, disfrutar, aprender o
sencillamente para no hacer nada. Respetar esas solicitudes de soledad y saber
pedir nuestros tiempos en un regalo que pocas veces entendemos. Este, en lo
particular, me cuesta aún mucho trabajo.
8.-
Regala gratitud: Damos por sentado que los demás hacen cosas porque debe ser
así y la verdad es que esas personas se van desgastando al paso del tiempo.
Siempre seamos agradecidos con los demás, un detalle, un favor, una dedicatoria
especial, una llamada, en fin, tengamos la disposición de agradecer todo
aquello que los demás hacen directa o indirectamente para nosotros. La gratitud
es una de las muestras más grandes de amor que podemos regalar. Ser agradecido
es algo así como decir “gracias por hacerme sentir que te importo”.
Al
final, lo importante, es aprender cada día y disponerte a regalar tu corazón de
manera sincera.
"Verás que la
felicidad se expande, la sonrisa se vuelve pandémica y la vida se hace
mejor."
Un
abrazo
Gerardo
González Guzmán
@DoktorVakero
Gerardo González es Administrador de
Empresas, Médico de la Risa, Yogi de la Risa, Consultor de la Felicidad,
Conferencista y Locutor.