MIS REFLEXIONES SOBRE LOS REYES MAGOS
Tengo 43 años y me encanta jugar diciendo que
tengo treinta y trece, o veintiveintitrés, pero disfruto mucho mi calva bien
rasurada y mi barba bien blanca de canas, mi panza bien escondida bajo el saco
que ya no uso (el saco) y que casi no me queda (la panza)… es decir, tengo
cuarenta y tres años perfectamente (casi todos) muy bien vividos… y hoy, hoy me
surge y retumba una duda por algunas humanitas (4) y un humanito (1) y dos
grandes seres humanos (2) que rondan en mis pensares y mis amares que me tienen
vuelto loco…
Y los Reyes Magos… ¿Existen?
Debo reconocer que dije… “Voy al baño y vengo…” La reflexión del baño siempre es perfecta y
volví a la tertulia…
Oigan, hagamos un juego… me contestan estas
preguntas y luego les contesto la suya… ¿sale?...
La negociación fue dura, pero terminó con un
democrático “soy tu papá” y/o “soy el más grande” y “juegas así o a dormir”… ya
sé, no se vale pero se vale… al final las de Juárez y los 43 tampoco fueron
justos…
Aquí mis preguntas…: (solamente 15)
1.- ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo
nuevo?
2.- ¿Qué es lo que más te emociona de tu vida?
3.- ¿En qué te gustaría dedicar más tiempo los
próximos cinco años?
4.- ¿Qué es lo que más amas y que haces
respecto a ello?
5.- Para ti, ¿cuál es la diferencia entre vivir
y existir?
6.- Si sólo pudieras recordar algo del año
pasado, ¿qué sería?
7.- ¿Es posible mentir sin decir una palabra?
8.- Si tuvieras un amigo que te hablara como tú
te hablas, ¿por cuánto tiempo sería tu amigo?
9.- Si tuvieras que enseñarle algo al resto del
mundo, ¿qué sería?
11.- ¿Cuándo fue la última vez que escuchaste
tu respiración por última vez?
12.- Si pudieras darle un consejo a un niño,
¿qué le dirías?
13.- ¿Qué es lo que más te gusta de ti mismo?
14.- ¿Sin quién no podrías vivir?
15.- ¿Qué ves cuando cierras los ojos?
Al final me ganó, me hizo ver que siempre la
esperanza vive y que mientras un corazón siga latiendo la sonrisa es vigente y
los Reyes, LOS REYES MAGOS seguirán llegando.
Verás que
la felicidad se expande, la sonrisa se vuelve pandémica y la vida se hace
mejor.
Un abrazo
Gerardo González Guzmán