Mi Decálogo para un 2015 Feliz
Cinco
años han pasado desde que decidí iniciar cada año con un decálogo rector de mi
diario andar por esos 365 días que ahora comienzan con el apellido “2015”.
Durante
estos años en los que me he regalado la oportunidad de realizar este ejercicio
de “planeación estratégica” me he dado cuenta de lo valioso que me ha resultado
tener una guía general de las intenciones anuales. Algunas sencillas y divertidas;
otras sumamente retadoras y complicadas que requieren mucho más esfuerzo y
atención. Pero sin duda, todas ellas, han sido enriquecedoras para mi diario
andar.
He
tenido éxito en algunas y he fallado en muchas otras, pero al final, en el
recuento y la evaluación siempre creo haber avanzado y crecido un poco.
He
decido dedicar este año, en mayor proporción, a la persona más importante en mi
mundo, a mí mismo.
Así
pues voy con mi decálogo para el 2015 que será, sin duda, una feria alegre de
colores, sabores, sonidos y emociones llenas de alegría y magia.
1.-
Voy por un 2105 amando la naturaleza.-
Mudarme a Aguascalientes ha sido una de las mejores decisiones que he tomado en
la vida. Me ha permitido, entre otras cosas, acercarme mucho a la naturaleza,
no tanto como quisiera, pero el salto ha sido espectacular. Este año buscaré estar
aún más cerca tanto en la procuración y crecimiento de “La Huerta del Vakero”
como en la búsqueda de destinos cercanos que me permitan acariciar y disfrutar,
de primera mano, los regalos que la naturaleza nos pone al alcance de la mano.
2.-
Voy por un 2105 con un regalo cada día.-
Para mí, un regalo cada día a esa persona que todas las mañanas me saluda en el
espejo. No tiene que ser algo espectacular ni ostentoso. Quizá sean 5 minutos
viendo los mágicos atardeceres que esta ciudad me regala, quizá sea una nueva
planta para mi huerta, quizá un libro o un gran charla con amigos y quizá,
porqué no, un coche nuevo, una casa nueva, no lo sé… pero me regalaré, cada
día, una oportunidad de decirme ¡GRACIAS!
3.-
Voy por un 2105 amándonos diariamente,
la vida y yo, amándonos diariamente. Entendiendo que todas las emociones son
parte del proceso de la vida y que todo llega de manera puntual y justo cuando
debe llegar. El canto de un ave, las letras de un libro, la llegada de un ser
querido, la partida de un ser querido, un proyecto logrado, un proyecto
fallido. Todo es parte de esta gran obra llamada vida y, de suyo, es perfecto.
Solo es cosa de entenderlo y amarlo en consecuencia.
4.-
Voy por un 2105 en silencio. He
disfrutado tanto aprender a estar en silencio o intentar estar en silencio que
ya se me está haciendo una grata costumbre colocar esta punto en el decálogo.
He aprendido tanto escuchando, escuchándome. He aprendido tanto no escuchando y
saboreando el sonido de la nada rondando en mi cabeza que cada vez estoy más
convencido que el mejor diálogo no es aquel que se finca con palabras sino con
miradas.
5.-
Voy por un 2105 escribiendo para mí.
Poner las ideas y pensamientos en un papel, o muchos papeles, no es un acto
narcisista para que los demás lean mis letras sino, realmente, un proceso
mental que me permite repasar y ser un poco más consiente de mis locuras y
sentimientos.
6.-
Voy por un 2105 despreocupado. Los
chinos y su sabiduría dicen en alguno de sus proverbios: “Si tienes un problema
que no tiene solución, ¿para qué te preocupas? si tiene solución ¿para qué te
preocupas?” Entonces solo me ocuparé y dejaré de preocuparme.
7.-
Voy por un 2105 probando nuevos sabores.
La aventura gastronómica me ha acompañado a lo largo de la vida y disfruto
tanto probar nuevos platillos y nuevos sabores que sin duda será algo que
permanezca a lo largo de mi vida. Uno al mes, por lo menos.
8.-
Voy por un 2105 en la salud física. Ya
es hora de poner orden en la envoltura. Así de simple.9.- Voy por un 2105 musical. Estoy muy emocionado al darme la oportunidad de aprender a tocar un nuevo instrumento musical o dos, el Ukulele es seguro, el Contrabajo es una posibilidad. Tendré en mi mente y en mi agenda, todos los días un espacio importante para poder aprender a regalarme la paz que da la música. Claro, sin dejar de lado el espacio que me regalo para aprender y compartir uno de los estilos musicales que más disfruto: la Trova.
10.- Voy por un 2015 en el Voluntariado. Si, sin duda es
hermoso ser Médico de la Risa y es el mejor camino de servicio que he podido
elegir en la vida.
No
te pido ni te invito a que seas Médico de la Risa. Si te pido y te invito a que
busques una causa, una trinchera para regalarte a los demás. Esa sensación de
servicio amoroso y colaborativo no tiene precio, ese saber que estás aportando
por un mundo mejor, no tiene precio. Súmate, a lo que creas, por lo que creas,
pero súmate.
Me quedo pensando en las 365
oportunidades, una por día, que el 2015 me va a regalar para hacer una cosa
mejor cada día, para hacer una cosa maravillosa por alguien más cada día…
Verás que
la felicidad se expande, la sonrisa se vuelve pandémica y la vida se hace
mejor.
Un abrazo
Gerardo González Guzmán